El P. Tomás Morales


El P. Tomás Morales nació el 30 de octubre de 1908 en Macuto (Venezuela), donde se habían trasladado sus padres en busca de trabajo; era el menor de nueve hermanos. Vueltos todos casi inmediatamente a España, a Madrid, el inquieto Tomás estudió en el Colegio Alemán (1914-1916) y luego en el Colegio de los Jesuitas de Chamartín, interno, de 1917 a 1924. Después, con la perspectiva de dedicarse a la política, decidió estudiar Derecho en la Universidad Central de Madrid. Desde la Universidad conoció el agitado ambiente social y político de la época; recibió clases de varios profesores de la Institución Libre de Enseñanza (ILE), y entró en contacto con los Estudiantes Católicos (asociación católica universitaria impulsada por el P. Ayala, y vinculada a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas).



Buen estudiante y muy comprometido con la defensa del pensamiento cristiano en la Universidad, fue nombrado presidente de la Federación madrileña de los Estudiantes Católicos. En 1929 conoció a Amparo García, que fue su novia hasta su entrada en el noviciado jesuita en 1932. Tras obtener el grado de licenciado en Derecho en 1930, con la calificación de sobresaliente -y Premio Extraordinario de Licenciatura-, comenzó a preparar las oposiciones a abogado del Estado, que suspendió por una fecha errónea (mayo de 1931). En diciembre de este año marchó a la Universidad de Bolonia a realizar el doctorado; allí, el 14 de mayo de 1932, se sintió llamado por Dios a una entrega total y solicitó el ingreso en la Compañía de Jesús. Finalizó el doctorado el mes de julio (premio Víctor Manuel II) e inmediatamente partió al noviciado de Chevetogne (Bélgica). En 1938 murió su padre. Fue ordenado sacerdote el 13 de mayo de 1942, y en 1946 terminó su formación, que adquirió en diversos lugares de Bélgica, Italia y España. Su primer destino fue Madrid, la comunidad de jesuitas del mismo Colegio de Chamartín en que él había estudiado; dirigió varias tandas de Ejercicios Espirituales, en las que participaban universitarios, empleados y obreros. Ya entonces comenzó a dedicarse preferentemente a la juventud profesional, falta de una atención espiritual bien organizada. Fruto de su labor surgió en 1946 El Hogar (desde 1950, El Hogar del Empleado), que agrupó a los más deseosos de una entrega cristiana. Círculos de estudio, convivencias en las sierras de Guadarrama y Gredos fueron sus principales métodos de formación humana; la Virgen presidió la espiritual, con especial presencia en el mes de mayo y en la Vigilia de la Inmaculada a principios de diciembre (todo ello lo aplicaría más adelante en la Cruzada de Santa María). La labor apostólica y social de esta obra en los difíciles años 40 y primeros 50 fue muy intensa: atención a enfermos, residencias de empleados, cooperativas, escuelas de formación profesional, alguna constructora… En octubre de 1947 fue trasladado a la casa de la Compañía en la calle Almagro, en que permanecerá hasta 1960; desde entonces se ocupó del Secretariado de Ejercicios Espirituales para empleados. En 1948 murió su madre.



Por esta época, algunos de sus dirigidos le comunicaron su deseo de entrega total sin abandonar el mundo; tras una lenta maduración y varias consultas a la jerarquía eclesiástica, en enero de 1956 el patriarca-obispo de Madrid-Alcalá, Leopoldo Elijo y Garay, aprobó la creación del Instituto Secular Cruzada de Santa María (jurídicamente no fue I.S. hasta 1983). Con los primeros consagrados se retiró varios meses a Comillas (Cantabria), a modo de noviciado laico; repetidos en años siguientes, al acabar este primero eligieron como director de todos ellos a Abelardo de Armas. Pronto vio la necesidad de formar sacerdotes propios. Por otra parte, desde 1957, un grupo de empleadas de banco se sintió atraída por el modo de vida del recién nacido instituto secular ; de ellas surgieron las que el 12 de septiembre de 1960 iniciaron la Cruzada de Santa María femenina. En 1959 vio la necesidad de distinguir claramente entre Cruzada y Hogar al ser sus fines distintos, y a partir de entonces se dedicó plenamente a la Cruzada. En marzo de 1960 se le retiró totalmente de la dirección espiritual de El Hogar y se le encomendó la del ICAI-ICADE.



Con permiso para continuar dirigiendo individualmente a algunos cruzados, vio claro que, para su subsistencia, la Cruzada debía separarse completamente de El Hogar del Empleado. El obispo auxiliar de Madrid, José Mª García Lahiguera, permitió la existencia del instituto, cuyos componentes comenzaron entonces a vivir en comunidad. El Padre Morales, sin embargo, fue destinado a Badajoz, a donde marchó en octubre de 1961; además de su atención a los jóvenes de la ciudad, desde allí siguió en la distancia la vida de la Cruzada. Por entonces comenzó a sistematizar su pensamiento: dirección espiritual, comentarios litúrgicos, meditaciones sobre diversos santos, que fueron origen de numerosos escritos y libros posteriores.



En octubre de 1963, el P. Luis González SJ, nuevo provincial de Toledo, decidió la vuelta del Padre Morales a Madrid. En la España de los años 60, sus esfuerzos evangelizadores se dirigirán ahora al mundo de la Enseñanza y de la Universidad: de la juventud, en resumen. En 1964 solicitó dos cruzados para marchar en misión a Perú: fue el inicio de la posterior labor misional del Instituto en Hispanoamérica; al mismo tiempo comenzó la extensión a distintos lugares de España: Zamora, Almendralejo (Badajoz), Logroño, Valladolid... A partir de 1965 comenzaron a funcionar bajo su inspiración los Hogares de Santa María, rama matrimonial independiente de los institutos seculares. En 1967 se ordenaron los dos primeros sacerdotes cruzados.



El 13 de mayo de 1970 fijó las Reglas para uso de los cruzados. Insistió en la formación intelectual y en la importancia del desempeño pleno de la propia profesión, tanto como la oración o el apostolado directo. En 1975 hizo lo propio con las Reglas de la Cruzada femenina. Fue frecuente desde entonces su trato con contemplativas, carmelitas especialmente. En los años ochenta fue pasando voluntariamente a una posición más discreta; se dedicó a visitar con regularidad las nuevas comunidades de cruzados que iban surgiendo, a visitar varios carmelos, o a dirigir tandas de Ejercicios Espirituales; todo ello sin descuidar nunca la atención espiritual personal. Fue el momento de ver los frutos de su labor: sacerdotes, consagrados, matrimonios, militantes más jóvenes (Milicia de Santa María) y muchos otros, marcados por su estilo educativo.



El 7 de octubre de 1985, en Roma y junto con Abelardo de Armas, hizo entrega de las Constituciones de la Cruzada al papa Juan Pablo II (que fueron aprobadas en 1988; las de la Cruzada femenina fueron presentadas en 1988 y aprobadas en 1989). En los últimos años de su vida mantuvo la misma autoexigencia de siempre: hasta el mismo día anterior a su muerte estuvo recibiendo a dirigidos suyos y dictando diversos trabajos. Ingresado por neumonía en el hospital de la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares, murió el 1 de octubre de 1994, fiesta de Santa Teresa de Lisieux.



Escribió varias obras, síntesis en palabras de un pensamiento sumamente práctico, cuyo objetivo fue hacer comprender a los laicos el don que adquirían por el bautismo: el del apostolado. Esas obras fueron: Forja de Hombres (1966, claves para la formación de apóstoles); Laicos en marcha (1967, principios para impulsar a la acción apostólica del laicado); Hora de los laicos (1985, reflexiones sobre la grandeza de la vocación bautismal); Semblanzas de testigos de Cristo para los nuevos tiempos (1993, relatos biográficos de santos relevantes, al hilo del año litúrgico). Deben añadirse diversos escritos espirituales destinados a cruzados, cruzadas, matrimonios y otros miembros de las comunidades cristianas cuya formación él inspiró.



Fue hombre de rica personalidad: de carácter tímido, cultivó intensamente la amistad y fue enormemente audaz en su apostolado; de gran voluntad y exigencia, decidido, fue al mismo tiempo un corazón lleno de ternura ante el sufrimiento; inteligente -brillante- y culto, no careció de sentido del humor; independiente, se adaptó a la inconstancia de los jóvenes. Grandes cualidades, pero que no terminan de definirle; otras tres palabras, que tocan de lleno su vida, sí lo hacen: maestro, testigo, padre. Maestro, por su ejemplaridad, coherencia y autoridad. Testigo, por su amor total, entregado y paciente. Padre, porque quiso educar amando. Por todo esto, el 8 de marzo del Año Santo de 2000 el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, solicitó a la Congregación de las Causas de los Santos la apertura de la del Padre Morales, que fue concedida y anunciada el 24 de junio del mismo año en el Aula Magna de la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid).



CRONOLOGÍA



1908 (30 de octubre): nace en Macuto (Venezuela).

1914-1916: estudia en el Colegio Alemán.

1917-1924: estudia, interno, en el Colegio de los Jesuitas de Chamartín.

1925-1930: cursa estudios superiores de Derecho en la Universidad Central de Madrid.

1928-1930: es presidente de la Federación Madrileña de los Estudiantes Católicos.



1929: conoce a Amparo, que será su novia hasta 1932.

1931: suspende las oposiciones a abogado del Estado.

1931 (diciembre)-1932 (julio): realiza el doctorado en la Universidad de Bolonia.

1931 (14 de mayo): se siente llamado a una entrega total a Cristo.

1932 (julio): ingresa en la Compañía de Jesús.

1932-1946: años de formación en Chevetogne (Bélgica), Avigliana (Italia), Granada, Villafranca de los Barros (Badajoz), Gandía (Valencia) y Salamanca.



1938: muere su padre, don Antonio.

1946-1947: es destinado al Colegio de Chamartín de Madrid.

1946: crea El Hogar (desde 1950, El Hogar del Empleado).

1947-1960: es trasladado a la casa de la Compañía en la calle Almagro, también en Madrid. Dirige el Secretariado de Ejercicios Espirituales para empleados.

1948: muere su madre, doña Josefa.



1956 (enero): aprobación del Instituto Secular Cruzada de Santa María.

1960 (marzo): se le separa de la dirección espiritual de El Hogar del Empleado y se le encomienda la del ICAI-ICADE.

1960 (junio): la Cruzada se desgaja de El Hogar.

1960 (12 de septiembre): creación de la Cruzada de Santa María femenina.



1961: el Padre Morales es destinado a Badajoz.

1963 (octubre): regresa a Madrid.

1964: primeros cruzados misioneros en Hispanoamérica y primeras comunidades de cruzados fuera de Madrid.

1965: comienzan a funcionar los Hogares de Santa María.

1966: se publica su obra Forja de hombres.

1967: ordenación de los primeros sacerdotes cruzados.

1967: publicación de Laicos en marcha.

1970: redacta las Reglas de la Cruzada masculina.

1975: redacta las Reglas de la Cruzada femenina.



1985: entrega las Constituciones de la Cruzada al papa Juan Pablo II.

1985: primera edición de Hora de los laicos.

1993: publicación de Semblanzas de testigos de Cristo para los nuevos tiempos.

1994 (1 de octubre): muere a causa de una neumonía en el hospital de la Compañía de Jesús de Alcalá de Henares (Madrid).



2000 (24 de junio): apertura de la causa de canonización del Padre Tomás Morales.

2004 (9-10 de octubre): celebración en Madrid del Congreso Internacional "Profeta de nuestro tiempo" para profundizar en su legado espiritual y educativo.

2007 (18 de marzo): final del proceso diocesano de la causa de canonización




Nueva biografía del P. Morales